Gastón forma parte del staff de profesionales de Macabi Noar desde el año 2015, ejerciendo el rol de director del Departamento de Comunicación, y desde el mes de Junio, como Director Institucional.. En entrevista con el nuevo Director, nos acercamos un poco más a sus objetivos y expectativas para esta nueva etapa.
-¿Cómo describirías tu paso en Macabi Noar previo a estar en la dirección? ¿En algún momento de tu labor en el club, te imaginabas estar donde estás hoy?
La verdad es que nunca me imaginé llegar a la dirección institucional, más sabiendo cómo fue que llegué a trabajar en el club. Cómo muchos jóvenes de ascendencia judía, yo llegué a la Comunidad gracias a Taglit, viajando en 2014 con mis madrijim Tito Slavutsqui y Romi Levy. Ellos vieron que me gustaba sacar fotos en el viaje y unos meses después de volver se abrió la vacante de Director de Comunicación. En ese momento, parte del rol era sacar fotos todos los sábados de las actividades. Es así como entre no solo a trabajar en el club, sino a la comunidad en general. Luego de varios años de trabajo el área de Comunicación fue creciendo y mi rol se fue volviendo quizás más estratégico e importante dentro de la estructura del club. Tuve la oportunidad junto a Andrés Arrosas y Mathías Bechini, ambos directores con los que trabajé en conjunto, de ir creciendo dentro de mi puesto y hacer crecer al área también. Creo que el trabajo constante, el tener objetivos claros y el estar siempre a disposición fueron algunas de las cualidades que fui forjando para ser tenido en cuenta como director institucional.
-¿Por qué aceptaste asumir este nuevo desafío?
Con mi perfil de diseñador, editor, fotógrafo y comunicador, al principio no le veía mucha relación con el puesto de director institucional, sentía que podía seguir aportando desde mi perfil técnico y operativo. Pero luego de que el presidente Gustavo Serlin y el tesorero Damián Strusgberg me ofrecieron tomar el puesto de Coordinador Temporal, para poder suplir algunas tareas de director (una suerte de interinato) creo que fue un paso clave para darme cuenta de que era una gran oportunidad de tomar un rol importante, no solo para el club, sino para la comunidad en sí. Siento que desde este nuevo puesto puedo aportar ideas, ganas, trabajo, esfuerzo para que Macabi Noar siga creciendo y se mantenga siempre como un lugar de vital importancia de nuestra kehilá. Creo que entender eso fue decisivo para aceptar este desafío.
-¿Qué objetivos te propusiste para la dirección del club?
Uno de los principales objetivos como director es poder hacer crecer al club, no solo en cantidad de socios, sino con los socios que ya están y apuestan por nuestra institución. Creo que lo más importante en esta ecuación es la gente, el socio, el voluntario, el profesional. Darles el espacio para que puedan proponer, para que construyamos juntos el club que queremos, ese es uno de mis objetivos más grandes. Es algo que no se hace solo, sino todos trabajando en conjunto, por eso invito a todos los que alguna vez fueron socios, o quienes no nos conocen todavía, a que formen parte de Macabi Noar.
Después como siempre hay otros objetivos más operativos, más del día a día que van a hacer que la experiencia de quien nos visite, ya sea socio o no, sea la mejor posible. Planificar acciones que mejoren nuestras instalaciones y la propuesta integral del club.
Otra clave es tratar de generar, mantener y fortalecer los lazos con otras instituciones, federaciones, comunidades, tanto locales, como de otros lugares. Poder nutrirnos de la experiencia y del conocimiento de otros también es vital para crecer.
-¿Cuáles crees que son las claves para llevar adelante esos objetivos?
Creo que en Macabi Noar más allá de que se hicieron muchas cosas buenas, hay muchas otras más por hacer. Es una institución que tiene mucho potencial y eso es en gran parte a la Comisión Ejecutiva, a los profesionales y voluntarios que integran los distintos equipos de trabajo. Me parece que trabajar en nuestra identidad como socios, como parte de una institución que aglutina a todas las comunidades judías de Córdoba, entender la importancia de Macabi Noar y su papel en la continuidad y crecimiento de toda la kehilá, son algunas de las claves para que nuestros objetivos sean claros y que el rumbo que tomemos todos sea el mismo.
-Si tuvieses que definir a la institución desde tu punto de vista en unas pocas oraciones, ¿Cómo la describirías?
Macabi Noar fue para mí la puerta de entrada para conocer a la comunidad. A su gente y toda la riqueza de su cultura y su idiosincrasia. Gracias al club conocí a mucha gente que me ayudó a crecer como profesional y como persona y es algo que siempre voy a agradecer. Ahora desde este rol siento que también es momento de devolver un poco de todo lo que me dio este tiempo. Hoy siento que es parte de mi identidad y lo que más deseo es poder contagiar un poco de eso a cada uno que nos visite o sea parte de nuestra institución. La pasión con la que trabajamos es algo hermoso y eso también es Macabi Noar.
Quiero también aprovechar para agradecer a quienes me dieron esta oportunidad y vieron en mí el potencial para asumir este rol. A Andrés Arrosas por darme el espacio para crecer y aprender junto a él, a la Comisión Directiva y su Ejecutivo, en especial a Gustavo Serlin por confiar en mí y a Damián Strusberg por tener la idea de tomar esa coordinación temporal que fue clave para que entendiera la magnitud de esta oportunidad.
Para finalizar agradecer a mi familia y en especial a Laura, mi pareja, que me apoyó en la decisión de hacer este gran cambio en mi vida profesional.