“Pensando juntos” es el nuevo espacio organizado en conjunto por el Centro Unión Israelita y Macabi Noar, con el apoyo de la Facultad de Derecho y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Con la idea de hacer confluir diferentes visiones acerca de cada temática propuesta, el primer encuentro se llevó a cabo el miércoles 26 de abril, en Macabi Noar, y el tema que dio origen al ciclo fue “El sentido de la libertad”. Los invitados fueron el filósofo Carlos Balzi y el seminarista Gabriel Pristzker.
Tras una introducción a cargo de Mario Polacov, coordinador del proyecto, que incluyó una reflexión, un pequeño relato y un video musicalizado por un tema de Andrés Calamaro, los dos protagonistas de la noche tomaron la palabra para brindar sus conocimientos al público.
Balzi, por su lado, reflexionó acerca de la libertad desde un recorte orientado hacia las visiones de la ética, y todo aquello que hace que las acciones del Ser Humano se conviertan en pasibles de ser juzgadas como buenas o malas. Para el filósofo, la libertad del hombre en la toma de decisiones es una condición esencial para que un acto pueda juzgarse. Luego, el tema fue encaminado hacia el concepto de “libre albedrío”, sus orígenes y transformación de su significado a través del tiempo, para llegar a la irrupción de la ciencia moderna, y un éxito que se posicionó como problema para el concepto de libertad. En ese aspecto, el profesional habló de la idea de progreso y el retroceso de esta noción con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial.
Más tarde, Gabi Pristzker se refirió a la libertad dentro de dos facetas principales para el judaísmo, y en base a sus fuentes. Primero, a la “libertad de”, y cómo Dios, en aquel momento de la revelación en el Monte Sinaí, se presentó ante el pueblo judío como libertador, para así dar forma al paso de los hebreos, de una esclavitud en Egipto (al servicio del faraón) hacia estar al servicio de Dios (para la obtención del beneficio propio). El segundo aspecto trató acerca de una “libertad para”, en la cual el seminarista citó pasajes del capítulo de la Creación del Mundo en la Torá, y explicó que Dios creó al universo “para hacer”, es decir, el mundo no fue terminado, sino que fue creado para completarse, tarea que le corresponde al Ser Humano.
Luego de esto, el público pudo interactuar con los invitados, realizar preguntas, emitir opiniones, y así se generó un jugoso diálogo e intercambio de visiones.
El ciclo tendrá diferentes propuestas, con temáticas variadas y profesionales invitados para profundizarlas y analizarlas.
¡Quedate conectado, pronto te brindaremos toda la información del segundo encuentro!
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