El pasado fin de semana un grupo de 30 personas viajamos por el “libro del tiempo” (tal fue la impronta con que se tituló la propuesta del área de cultura de Macabi Noar).
Recorrimos las calles, la plaza, las sinagogas, el teatro, el cementerio, los aromas, las tragedias, los esfuerzos, las historias de los primeros inmigrantes judíos que pisaron suelo argentino, en la Ciudad de Moises Ville.
Un lugar místico, distinto a cualquier otro, con tanta identidad que hasta duele un poco; un lugar donde una panadería vende strudel y vigilantes, donde se puede pasar por la esquina de Hertzl y San Martín, y donde un domingo cualquiera una bobe pasea en sulki con su nieto, y a nadie se le ocurre preguntar si son judíos. Porque en Moises Ville, una bobe puede no ser judía y un criollo hablar en idish con acento lituano sin problema.
La fuerza de la historia está guardada y muy bien cuidada en un museo, custodiada por morot que hacen lo que pueden, y muy bien.
Esta propuesta, y esperamos que sea la primera de una serie, responde a un principio que nos atraviesa desde todos los ángulos posibles: “Estamos siendo”.
En esta línea, nos trasladamos a un lugar donde se respira tradición, resiliencia, estudio, Torá, integración cultural.
Un elemento se destaca por sobre todas las historias que nos narraron: sin solidaridad, sin empatía, sin una mano en el momento justo, nada hubiera sido posible, ni va a ser.
¡Esperamos que se sumen al próximo!
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Testimonios:
«Maravillosa experiencia de una historia, una cultura cada día más vigente y un pueblo que supo renacer sin claudicar a su fe». Isaías Goldman.
«Sin lugar a dudas fue un viaje, no solo para conocer las primeras colonias judías… sino para conocer el mismísimo interior de nuestra Argentina, ahí donde TODOS se reconocen, donde TODOS se respetan, donde TODOS son parte… eso me queda…. educar, compartir, integrar…. la clave para no ser olvidados». Noelia Saúl.
«Moisés Ville, un lugar auténtico colmado de memoria. Fue un fin de semana muy movilizante donde viajamos al pasado del pueblo, de «nuestro pueblo» para aprender y conocer sobre su historia compartiendo con quienes se apasionan hoy por mantener viva la memoria de aquel pasado.
La historia vive en quienes la mantienen viva, continúa en quienes se interesan por conocerla y conocerla es sin dudas una forma de conocernos a nosotros mismos». Ivanna Chejoski.