Tarde del sábado 3 de febrero de 2018. Un día de intenso calor, en el que buscábamos la sombra de los árboles a la vera del Tajamar. Allí estábamos con la bandera de Israel, diciendo presente en el desfile de colectividades por la calle principal de la ciudad, en un 2018 especial, ya que nuestra mediná, el Estado de Israel cumple 70 años de existencia.
Y al tomar ubicación en el lugar que nos correspondía mirábamos los contingentes, cada uno con sus indumentarias típicas, sus colores, su música, sus danzas y su alegría; todos los pueblos y las culturas hermanados y respetuosos de su diversidad. Algo hermoso y simbólico.
Estaban los chicos de Sinapzia con su energía y su arte, con su manera de hablar a través del despliegue de su cuerpo. Junto con el rabino Marcelo Polakoff y gente que vino desde Córdoba fuimos poblando nuestra delegación, a la espera de nuestro turno.
Comenzó la marcha. Se anunció Israel por los parlantes, nuestra música sonaba y conmovía. Los bailarines hacían su coreografía y el público aplaudía y festejaba. A lo largo de seis cuadras caminamos al son de nuestra música, con el orgullo de representar a nuestra comunidad mostrando presencia e identidad. Por momentos se armó una improvisada harkadá, en la que varios se sumaron al invite de Sinapzia dando un valor agregado a nuestros tradicionales rikudim.
Finalizó el desfile con todo el pueblo saludando nuestro paso, ante la fresca brisa de la noche serrana. En el predio comenzó el evento, con las presentaciones formales y la bendición multireligiosa. En el escenario principal también estuvieron nuestros bailarines, interpretando “Iajad” bajo una pantalla gigante que mostraba flameando la bandera de Israel.
Fue una experiencia plena de alegría y emoción. Alta Gracia nos invita cada año a ser parte de una fiesta compartida, un llamado que nos honra y nos compromete. Nos vemos el año que viene.