En este Januca deseamos afirmar uno de los conceptos fundamentales del “espíritu macabeo”: Llevamos el nombre de quienes, sobreponiéndose a la fatalidad y falta de confianza, pudieron vencer a un ejército muchas veces más poderoso, logrando su objetivo de la continuidad en la identidad judía.
Cambiando de escenario la misión sigue siendo la misma, y juntos seguimos avanzando por el mismo objetivo.
“¡Javerim: Jazak… Jazak Veematz…!”.