Ricardo Márquez, Director del departamento de Intendencia y Mantenimiento de Macabi Noar. Un señor de familia, casado hace 23 años con Griselda y con tres hijos, Brenda (21), Benjamín (11) y Joaquín (9). Un padre pendiente de cada uno de ellos en distintas maneras. «Me considero un tipo feliz por lograr los objetivos principales de la vida. Logré formar una familia a la cual considero el principal soporte para avanzar y lograr mis propósitos».
Ricky, Richard, Negro y hasta Ramoncito para algunos, es quién camina diariamente por cada rincón de nuestro club convirtiendo cada transitar en una aventura distinta. Tras varios años de formar parte de nuestro club, Ricardo afirma el privilegio que siente al ver cómo crecemos año tras año. «Con un predio tan grande evaluamos los lugares para sumar actividades. Proyectos hay muchos y ganas de concretarlos no faltan. Me enorgullece ver que seguimos buscando el espacio, el momento indicado evaluando qué podemos sumar para así brindar a nuestros socios lo mejor»
Al preguntarle qué es lo que más le gusta del club, Richard respondió inmediatamente «¡Y… todo! Me siento uno más y eso es lo mejor que me sucedió en un trabajo. Lo siento mi club, y no tiene punto de comparación el ver a los niños crecer. Compartir con adolescentes momentos únicos y con toda la familia que encontré en Macabi». Ricardo recuerda que en el año 2010, la comisión que estaba conformada por Alberto Haquim y Gustavo Ratner. «Fueron ellos quienes tomaron la decisión de sumarme a las filas de Macabi Noar. El club es tuyo me dijeron; y así lo sentí desde el primer momento; tomando la responsabilidad de todo el mantenimiento general, soporte y asistencia de todas las áreas del club.»
En casi ocho años de trabajo, los buenos y malos momentos volaron. Los sábados de lluvia se consagran como los días más difíciles. Allí es cuando el departamento de Ricardo debe analizar y tomas decisiones con respecto a qué actividades realizar y cuales no, dependiendo de los espacios que estas requieran; como es el caso del torneo de fútbol Mifgash. Dada esta situación Ricky decidió compartir con nosotros esta gran anécdota que para él, se lleva el número uno: «Todo pasó en una semana, en la cual tuvimos altos milímetros de lluvia. Llegó el día sábado y las condiciones climáticas no mejoraban. Esto generó una cadena de llamadas; ese día no había posibilidad de jugar en las canchas 2, 3 y 4, únicamente quedaba disponible la cancha de sintético. Andy Arrosas, el director de ese momento, se comunicó con nuestro operario Daniel Varela y haciendo un chiste, le pidió que inunde la de sintético. Mi operario comenzó a trabajar sin dudar sobre la tarea solicitada. En es momento, yo me encontraba caminando hacia las canchas de tenis, cuando de repente vi la situación. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo: uno de mis hombres regando la cancha sintética y en un día de lluvia. Se me vinieron todas las sensaciones juntas, desde sorpresa hasta enojo y bronca. A paso acelerado y a los gritos, me acerqué a Varela; no podía aceptar lo que veía, una intención saboteadora por parte de mi gente. Le llame la atención con mucho énfasis en mis palabras diciendo ¡Estas loco vos, apaga todo ya!. Mi operario me miró desconcertado sin entender qué ocurría, él solo estaba siguiendo una orden. Al cabo de unos segundos me responde, ustedes están locos, el Andrés (sic) me dijo que la inunde, yo no entendí el pedido pero si el director lo pide lo tengo que hacer. Ustedes podrán imaginar todo lo que vino de trabajo después de eso jajaja»
Nuestro querido director de mantenimiento e intendencia remarca que aprendió mucho de cada comisión directiva con la cual le tocó trabajar, al igual que con todos sus compañeros de trabajo y demás directores de áreas. «Guardo innumerables recuerdos y agradezco a Macabi Noar por abrirme sus puertas. Todos los momentos vividos acá, serán guardados en mi vida con mucho cariño ya que trabajar y sentirse parte de esta gran familia es un privilegio que disfruto cada día»