Tenemos la alegría de contarles a nuestros javerim, que tenemos 4 Madrijim que están viviendo una experiencia hermosísima en Estados Unidos, participando como Madrijim de campamentos de verano de instituciones judías.

Joy Machtey, Dani Bechini, Ari Fleiderman y Geri Berman se encuentran hace más de un mes compartiendo una experiencia diferente con niños y jóvenes de diversos países. Queremos compartir con ustedes el relato de una de ellas, contando detalles que vale la pena leer.

“La verdad es que cuesta mucho poner en palabras lo que se vive como counselor o madrija en un summer camp. Es tan distinto y tan parecido a lo que hacemos en Macabi Noar, que hay veces que te sentís como viviendo una película y otras que te sentís como un sábado en el club.

Esta experiencia se trata de ser madrij todo el día, todos los días durante 2 meses. Los janijim son la mayoría americanos, pero tambien hay israelies, franceses, rusos, turcos y españoles, y los counselors son de todo el mundo, algunos de la comunidad judia y otros no, algunos especialistas en ciertas áreas y otros más generales.

Lo que se vive y aprende en este tiempo a nivel cultural es muy fuerte. Son experiencias literalmente increíbles como correr con 250 janijim en un aeropuerto, convivir con janijim y co-madrijim, moverse en carros de golf, tener reglas mnemotécnicas para las alergias y medicaciones de cada janij, hacer peulot en ingles, preparar los bailes o ‘banquets’ de fin de sesión, encontrar osos por el bosque, que los janijim tengan mas de 80 actividades para elegir por dia desde esgrima hasta astronomia, hacer shabat al lado del lago al atardecer vestidos de blanco, y la lista es interminable!

Es una experiencia que me permite aprender una forma de trabajar y funcionar distinta para un campamento judío de más de 1000 janijim y al mismo tiempo tengo muchas oportunidades para dar y compartir mucho de los que traigo de nuestra comunidad, como el básico concepto de ‘peulá’ y su planificación tanto con co counselors como con janijim que les parece mágica la relación de juegos con un sikum o cierre.

Lo que más destaco de esta experiencia es que me ayuda a valorar muchísimo mas lo que tenemos en Córdoba y rescatar algunos detalles de acá para llevarlos de vuelta, y a reflexionar sobre el privilegiado rol de nuestros madrijim, y la importancia del contacto y el intercambio cultural entre las comunidades del mundo.»

 

Geri Berman

 

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