Termina un ciclo en nuestro club, pero consigo arranca uno nuevo repleto de transiciones, con aire fresco y nuevos horizontes. En esta oportunidad nuestro ahora ex presidente de Macabi Noar conversó con nosotros y habló sobre su gestión, metas cumplidas y aprendizajes a lo largo de estos tres períodos encabezando la comisión directiva.

MN: Fuiste presidente de Macabi Noar durante tres períodos. ¿Cómo viviste cada uno de ellos? ¿Crees que hubo alguno mejor a nivel institucional?

AH: “Es Correcto. Fueron tres periodos bienales. Cada uno con su impronta.

El primero (2012-2014) estuvo signado por la formación del equipo de conducción, el trazado de objetivos y el afianzamiento como grupo humano de la Comisión Directiva. En ese período se terminaron de delinear los planes para algunos objetivos ambiciosos, que parecían inalcanzables pero que hoy ya son moneda corriente. Sin embargo, no fue todo planificación; ya que se concretaron importantes logros como el Seminar Ofakim para escuelas de madrijim a nivel nacional; el Camp Darom (internacional) de rikudim, el encuentro de veteranos de básquet y otros tantos. De manera simultánea trabajamos en el control del gasto diario, en recuperación de deuda y el ordenamiento administrativo; la generación de planes para socios; la regularización de becas y la construcción de los solados de pileta y del bar (casi 600 metros cuadrados). Así se desarrolló el segundo periodo (2014-2016) concretando grandes hitos que se planificaron en el primer período, como por ejemplo la construcción de los primeros 7 locales comerciales destinados a renta; la realización del importante evento a nivel nacional las Macabeadas para veteranos 2015 en Villa Carlos Paz, (luego de 13 años de haberse monopolizado en la costa); el césped sintético para la cancha de fútbol 7 y la continuidad de aquello que ya se había hecho costumbre como veteranos de básquet, Seminar Ofakim, el festival Leatid de rikudim, la Copa Macabito y otros eventos que se repiten anualmente, como así también llevamos a cabo en conjunto con el Centro Unión Israelita numerosas actividades tanto en el campo de la tradición judía como en actividades para la juventud.

Por último, el tercer período (2016-2018) se caracterizó por la cosecha de todo lo sembrado durante los años anteriores; se pudo ver una institución radiante, bella, con grandes espacios verdes bien mantenidos; plena de actividades y con un volumen de gente notoriamente mayor disfrutando de las instalaciones. Más allá de las actividades que se repitieron de manera asidua, un logro no menor fue alcanzar la auto sustentabilidad económica financiera que nos fue esquiva durante muchas décadas.

En el último semestre pusimos especial énfasis en la búsqueda de la directiva que nos suceda; la preparación de un ambicioso plan joven en conjunto con el CUI; preparamos un viaje conjunto con el CUI a Israel y Polonia para Iom a HaAtzmaut N°70 y finalmente la edición del libro de oro de los 10 años de la nueva sede.”

MN: En este último año en particular, se celebraron los 10 años de la nueva sede de Macabi Noar, y consigo se llevaron a cabo muchas obras de infraestructura y proyectos, ¿serías tan amable de comentar brevemente cuales fueron los mismos? ¿Qué balance harías sobre éste último como presidente de Macabi Noar?

AH: “El 4 de agosto de 2007 fue el primer día que pudimos comenzar a disfrutar de la nueva sede. Recuerdo que cortaron la cinta el presidente de la institución Dr Herman Vaintrub y el presidente del proyecto Atid (proyecto destinado al traslado de la sede) Sr Mario Scheimberg (Z»L). 

Transcurrieron ya 10 años desde aquel momento; les podría decir que no ha pasado ni un solo mes en el que no se hayan introducido mejoras, refacciones o acrecentado la nueva sede. Bastaría con mirar las fotos para darse cuenta el intenso trabajo de mantenimiento y mejoras que se ha llevado a cabo de manera incesante, tanto en nuestra gestión como en anteriores. Es realmente abrumadora la cantidad de recursos humanos y económicos que fueron volcados a la sede.  En el campo edilicio, construimos el muro perimetral de más de 300 metros de longitud, el remozado general de la iluminación, la construcción de nueva vereda para peatones (100 mts de largo), construcción de 4 locales comerciales más, la reparación del piso flotante de los dos estadios principales, y la recuperación de otros pisos de espacios deportivos como fútbol 11, el tejido metálico para tenis, sólo por mencionar algunos.

Pero el hecho saliente del décimo aniversario es la edición del libro de oro de los 10 años que estará en manos de los socios próximamente. Fue desarrollado por profesionales, que tuvieron el mandato de en todo momento tener presente y hacer alusión a nuestras tradiciones, nuestro legado ancestral y fundamentalmente a destacar lo colectivo sobre lo individual.”

MN: ¿Qué objetivos futuros crees que debería proponerse Macabi Noar y su nueva comisión directiva? 

AH: “Esa pregunta no quisiera responderla por una cuestión de respeto a los directivos entrantes.
Pero sí te puedo contestar cuales fueron los objetivos de nuestra gestión. Le hemos denominado “proyecto locomotora” porque fueron los que traccionaron al resto de las tareas y te los voy a enumerar:

  1. Dotar de mayor contenido de judaico, tradiciones y cultura. LOGRADO.
  2. Atraer juventud, organizar actividades para jóvenes entre 18 y 30 años. LOGRADO. Tarea compartida con el CUI.
  3. Si bien es una entidad sin fines de lucro, nos propusimos que deje de ser deficitaria. LOGRADO.
  4. Plan socios. Implementamos el plan socio 2000. Tuvo resultados dispares, pero podríamos calificarla como NO LOGRADO.
  5. Mejorar la infraestructura. LOGRADO
  6. Posicionar nuestra institución a nivel nacional. LOGRADO
  7. Proyecto ATID IV. Destinado a la construcción de locales comerciales cuyo producido se destine a la tesorería de la institución. LOGRADO.”

 

MN: Seguramente debe haber muchas anécdotas para contar, ¿compartirías alguna con nosotros?

AH: “Una anécdota que ahora me trae recuerdos con mucho cariño, fue una broma que me jugaron mis compañeros de comisión directiva. Ocurrió una vez que estaba de viaje y me ausenté a una reunión de CD. Se les ocurrió ponerse todos de acuerdo y preparar un acta de reunión, paralela a la real.

Obviamente me ocultaron el acta real y a mi correo solo llegaba el acta paralela. En esa acta figuraba que en mi ausencia habían tomado decisiones de 3 o 4 temas muy sensibles y candentes, pero totalmente contrarias a mi pensamiento. ¡Por supuesto que a la distancia sonaba terrible!! Yo no podía entender cómo se produjeron cambios tan bruscos en una sola reunión, con decisiones tomadas por unanimidad y opuestas a lo que ya veníamos conversando. Estaban todos de acuerdo durante varios días con interminables chats y correos.

La broma continuó toda esa semana aun cuando ya había regresado; hasta que en una reunión no aguantaron la risa y se develó el misterio.”

MN: Como todos sabemos, el hecho de que termine tu período como presidente de la institución solo significa que das un paso al costado pero que vas a seguir estando presente en todo momento. ¿A nivel personal, qué enseñanzas te dejo el haber ocupado ese cargo tan importante a nivel comunitario?

AH: “El aprendizaje más importante que pude capitalizar es aplicable a todas o casi todas las instituciones judías. Creo que es factible vivir en la golá (diáspora) aceptando sin miedos los desafíos de un mundo cambiante, pero sin asimilarnos ni tampoco aislarnos, pero sí, manteniendo nuestra identidad.”

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